Existen muchos conceptos erróneos y prejuicios sobre nuestra interesante y versátil profesión. Por ejemplo, ¿cuántas veces te han preguntado: "¿Podrías organizar mi fiesta de cumpleaños?"
Seguro que lo has vivido en primera persona. Si dices que eres organizador de eventos, inmediatamente te ponen una etiqueta. Una etiqueta relacionada con el trabajo, por supuesto, pero que reduce la diversidad del mismo a un solo aspecto.
Alineamos los 4 prejuicios más comunes:
- ¡Ah, entonces sí que eres un auténtico fiestero! Bueno, gente, de una vez por todas: que nos guste organizar eventos no significa automáticamente que nos volvamos locos allí. Nuestra tarea es asegurarnos de que disfrutes al 100% del evento, no divertirnos en exceso. Al contrario, cuanto más fluida sea la cosa, más duro trabajará el organizador del evento.
- ¿Podrías organizar mi fiesta de cumpleaños? Tampoco somos organizadores de fiestas para amigos, familiares, etc. Por supuesto que podemos hacerlo y nos encantaría hacerlo, pero ahí no reside nuestro valor añadido.
- ¿Organizas también reuniones y team building? Organizar una reunión o un team building para tu empresa no es lo mismo que organizar un evento o un congreso. Los asistentes de dirección son perfectamente capaces de hacerlo. Si buscan algo especial, pueden contar con nosotros.
- ¿Nos podrías ayudar en la entrada y hacer algunas copias? No, tampoco somos recaderos. Por supuesto, somos extremadamente flexibles y nos encantaría ayudar allí donde la cosa se salga de control. Si hay una larga cola en la entrada, entonces estamos dispuestos a hacer nuestra parte. Pero recuérdalo bien: ese no es nuestro trabajo. Si hay algo más que requiere nuestra atención, entonces tenemos que seguir adelante.
Pero ¿qué ES un planificador de eventos?
Un organizador de eventos es una persona creativa que posee todo tipo de habilidades:
- Gestor de personas: Eres un gestor de personas en cuerpo y alma. No solo supervisas a tu propio equipo, sino que también tienes que motivar a un pequeño ejército de trabajadores temporales para que den lo mejor de sí a tu evento.
- Narrador de historias: Contar historias está en tu sangre. Creas conceptos sólidos que cuentan la historia de tu cliente, traducida en una experiencia única para los asistentes.
- Budget keeper: trabajas con un presupuesto ajustado, con el que tienes que superar las expectativas de tu cliente y de tus asistentes. Por ello, la disciplina y la creatividad son vitales para mantener el presupuesto equilibrado.
- Responsable de marketing y relaciones públicas: tienes experiencia en marketing en la que la gente puede confiar. Promocionar tu evento es una de las partes más importantes de tu trabajo. Creas campañas de relaciones públicas increíbles y eficaces. Todo lo necesario para atraer la atención hacia tu evento y convencer a los asistentes de que se suscriban.
- Talento comercial: No solo necesitas vender tu evento al público, sino también a patrocinadores y socios. Por lo tanto, una buena dosis de habilidades comerciales es esencial.
- Negociador: Trabajas con varias partes y subcontratistas y negocias rápidamente contratos herméticos. Por lo tanto, debes dominar bien tus técnicas de negociación.
- Gerente de proyecto: desde la planificación y la ejecución hasta el seguimiento, todas las fases de la planificación del proyecto son parte de tu conjunto de habilidades y ningún detalle escapa a tu atención. Tú eres quien debe hacer que las cosas se hagan.
- Gestor de crisis: Mantienes la mente clara en situaciones de emergencia y piensas en soluciones cuando algo amenaza con salir mal en tu evento.