Wind Farm es un equipo creativo que se basa en la sostenibilidad. Los equipos tienen la tarea de construir un "dispositivo impulsado por el viento" para levantar un peso de 1 metro del suelo. Cada equipo recibe una caja con materiales de construcción que deben utilizar de la forma más eficiente posible. Cada componente tiene su propia huella de carbono y, naturalmente, los equipos quieren mantener la huella general de su dispositivo lo más baja posible. Una vez que los equipos tienen un dispositivo que funciona, pueden comenzar a pensar en cómo pueden optimizar para mantener la huella lo más baja posible.

Después de construir, el "desafío de sostenibilidad" comienza a través de un juego basado en una aplicación. Durante este desafío, los equipos completan todo tipo de preguntas y tareas para compensar la huella de CO2 de su construcción. El desafío consiste en preguntas de prueba sobre sostenibilidad, así como asignaciones creativas de fotos y videos. Finalmente, probamos todas las estructuras y calculamos la huella de carbono final. El equipo con un dispositivo que funcione y la huella de carbono más baja finalmente será declarado ganador.

Wind Farm es una actividad de 2 a 2,5 horas en un máximo de 20 equipos de 7 a 8 participantes en la que el pensamiento resolutivo, la creatividad, el empuje, la cooperación y el pensamiento estratégico juegan un papel importante y puede desarrollarse tanto en el interior como en el exterior.

Otro nuevo concepto es El Mirador. En este juego, los participantes son llevados al mundo de los buscadores de oro que han rastreado la ciudad maya desaparecida 'El Mirador'. Los equipos participantes representan un equipo de expedición en la selva guatemalteca. Como verdaderos investigadores, deberán completar con éxito una serie de tareas antes de que 'El Mirador' revele sus secretos. El equipo de expedición con la mejor cooperación y la comunicación más fluida eventualmente desentrañará los secretos de esta ciudad y reclamará el oro.

La carrera hacia el oro, que dura entre 1,5 y 2 horas, lleva a los participantes a través de muchas tareas desafiantes y acertijos. Así que es un juego que requiere bastante reflexión. Pero con fuerzas unidas, los equipos ciertamente tendrán éxito en estos desafíos. El Mirador se desarrolló como un concepto de interior, pero también se puede jugar al aire libre.